lunes, 3 de noviembre de 2025

Caponata



La caponata es un guiso de verduras típico de Sicilia. Muy parecido (pero con diferencias) a nuestro pisto. En el viaje de este verano he podido disfrutar muchas distintas (ya la había tomado en restaurantes en Valencia). También la había cocinado en casa porque es una forma de tener verduras frescas cocinadas que, como todos los guisos, mejoran con el reposo.

Con todo lo que probé, me quedé con la receta, que para mí la hace ideal. 

Varias aclaraciones. Dado que es un guiso de verduras, admite lo que quieras, pero hay ingredientes que hacen la personalidad de la caponata: berenjenas (la verdura principal), apio, tomate fresco troceado, aceitunas verdes, alcaparras, algo de vinagre, algo de azúcar y cebolla (en mi caso, puerro). Pero las probé con pimiento rojo y verde, pasas, zanahorias... Creatividad.

Y vamos a la receta. Ingredientes de mi caponata:


2 berenjenas.

Medio puerro. 

Una rama de apio.

Un bote de tomate troceado.

Un puñado de alcaparras.

Un puñado de pasas sin semillas.

4 zanahorias

Un bote pequeño de aceitunas verdes rellenas de anchoas.

Una pequeña cucharada de bicarbonato (para eliminar la acidez del tomate). Si hiciera falta, un poco de azúcar.

Un chorro de vinagre.

Aove y sal.


Y mi atrevimiento total, una cucharada de miso (que puede omitirse absolutamente, pero que incrementa el sabor de una forma espectacular).






Como no me gusta que las berenjenas se deshagan en el guiso y se empapen de caldos, comienzo lavando y cortando en trozos grandes las berenjenas. Con un chorrito de aceite, las pongo en una sartén en solitario y las tapo para que medio se cuezan, medio se asen.



En otra sartén, con un chorro de aceite, sofrío el puerro cortado pequeño y el apio. Cuando veo el puerro transparente, añado el bote de tomate y añado el bicarbonato para que elimine la acidez. 



Mientras, voy moviendo las berenjenas para que se marquen, pero no se quemen, voy mimando el tomate. Añado el puñado de alcaparras y el puñado de pasas. El caldo/agua que va soltando el tomate, lo voy recogiendo en una taza para diluir el miso (si no vas a añadir miso, dale fuego para que se evapore).


Mientras estas sartenes están a lo suyo, lavo y corto en láminas finas las zanahorias (estas le van a aportar textura al guiso porque se quedarán un poco al dente al añadirlas al final del todo). Diluir una cucharada de miso en el agua de tomate que hemos ido reservando. Diluir bien, que no queden grumos.


Una vez el tomate está casi terminado, añadir el chorro de vinagre y probar. Dado que no me gustan los guisos muy salados, no suelo añadirle sal (ya lo aportan las alcaparras y las anchoas de las aceitunas; también le aportará sabor el miso. Pero prueba y afina tu gusto) y un pequeño pellizco de azúcar. Añade el bote de aceitunas y mueve para que se integren los sabores. Añade también las zanahorias cortadas. Es el momento de añadir el miso diluido (ya sabes, si no le vas a poner, prueba y mira qué tal está de sabor y sal). 

Ahora sí, añade todo esto a las pobres berenjenas que habremos estado mirando y mimando para que no se quemen (bajando el fuego para mantenerlas calientes, pero sin correr riesgos). Mueve con cuidado para no romper excesivamente las berenjenas, tapa para que las zanahorias cojan calor y algo de cocción. Al cuarto de hora de mover y tenerlas en el fuego, apaga el fuego y deja tapado el guiso, No lo abras, deja que el vapor haga su trabajo.

Deliciosa caponata caliente, tibia y fría. Como quieras. Espero que te guste tanto como a mí.